Por Comunicaciones

La Revolución Verde logró incrementar la producción de alimentos en las regiones más pobres del mundo. Sin embargo, la mayor disponibilidad de alimentos no necesariamente asegura el mejoramiento en la nutrición de la población. Como respuesta a esta situación, varios  programas de investigación nacionales e internacionales están complementando sus esfuerzos con estrategias para mejorar la calidad nutritiva de los alimentos e incorporar micronutrientes específicos en la dieta.

Notables avances se han hecho en el desarrollo de materiales genéticos enriquecidos con minerales y vitaminas a través de procesos de biofortificación de los cultivos que hacen parte de la dieta básica de la población de la región Latinoamérica. El programa Harvest Plus del Grupo Consultivo Internacional de Investigación Agrícola, CGIAR, ha liderado los esfuerzos para mejorar no solo la calidad nutritiva de los cultivos, pero también incrementar los rendimientos, la resistencia a plagas y enfermedades, y la tolerancia a estrés hídrico. Ya hay evidencias de que esta iniciativa está generando importantes experiencias en varios países de América Latina, las cuales deben ser documentadas y reconocidas. Por otra parte, cada vez es más clara la tendencia hacia la diversificación de la producción y el consumo de alimentos de mejor calidad nutritiva usando sistemas de manejo más limpios e inocuos.

Consciente de la importancia del componente nutricional de los alimentos para reducir los problemas de seguridad alimentaria en las poblaciones más pobres en América Latina, el Fondo Regional de Tecnología Agropecuaria, FONTAGRO lanzó, en mayo del presente año, el III Concurso de casos exitosos de innovaciones en la agricultura familiar.  El objetivo del concurso es identificar y documentar experiencias exitosas y lecciones aprendidas que contribuyan a un mejor entendimiento de cómo el proceso de innovación en la agricultura favorece una mejor disponibilidad y calidad nutricional de los alimentos, y que puedan ser replicadas a otras regiones. Este concurso fue organizado por FONTAGRO, con el patrocinio del Programa Harvest Plus y el Instituto Interamericano para la Cooperación en Agricultura, IICA.

Mas de 50 casos se presentaron al concurso dentro de tres categorías: I) Asociaciones de productores y otras organizaciones del sector privado que trabajan con productores de ALC; II) Sector público nacional y organizaciones no gubernamentales de ALC y III) Sector regional o internacional que trabajen en ALC.  Las propuestas fueron sometidas a un proceso de evaluación de acuerdo con criterios tales como: cobertura geográfica del caso, tiempo de desarrollo de la innovación, número de beneficiarios, vinculación al mercado, beneficios en la nutrición, evidencias de impacto, potencial de replicabilidad y lecciones aprendidas.

Después de un proceso de cuatro meses de evaluación llevado a cabo por un panel externo de expertos se identificó un grupo de casos que documentan ejemplos exitosos de incremento del consumo de cultivos con mayor calidad nutricional. Dentro de la categoría I se destacan los casos de sustitución de monocultivos de papa por sistemas de alimentación más diversos y saludables basados en la introducción de hortalizas y prácticas de manejo orgánico en una región de alta montaña en Colombia y la producción de semilla biofortificada de maíz, arroz y frijol por parte de una cooperativa en Guatemala.

En la Categoría II se identificó una gran diversidad de acciones entre las cuales se destacan la integración de cultivos biofortificados a los programas nacionales de nutrición de Panamá, el escalamiento de cultivos biofortificados de maíz, arroz, frijol y camote en Guatemala y la difusión masiva del camote varieda “Amelia” de mayor contenido de carotenoides los cuales son esenciales para reducir las deficiencias de vitamina A en el Sur de Brasil.

También se identificaron casos de rescate, multiplicación e incorporación en la dieta de los pobladores de regiones marginales de materiales nativos de Quinoa (Chenopodium quinoa) en Argentina y de Quinoa (Chenopodium quinoa), chocho (Lupinus mutabilis) y Amaranto (Amaranthus spp) en Ecuador y Maní (Arachis hypogaea) y Orégano (Origanum vulgare) en Bolivia. También se identificaron sistemas de producción de miel y frutas de mejor calidad nutricional con enfoque agroecológico en Argentina y sistemas de producción de huertas resilientes al cambio climático en Colombia. La categoría III quedo desierta.

Estos casos serán publicados por FONTAGRO en una edición especial y los mejores serán invitados a Washington para recibir un premio de US$ 15.000 y el reconocimiento de Fontagro por sus logros.

 

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Sobre FONTAGRO

FONTAGRO se creó 1998 con el propósito de promover el incremento de la competitividad del sector agroalimentario, asegurando el manejo sostenible de los recursos naturales y la reducción de la pobreza en la región. El objetivo de FONTAGRO es establecerse como un mecanismo de financiamiento sostenible para el desarrollo de tecnología agropecuaria en América Latina y el Caribe, e instituir un foro para la discusión de temas prioritarios de innovación tecnológica. Los países miembros son: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, España, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. En los últimos 21 años se han cofinanciado 144 plataformas regionales de innovación agropecuaria por un monto de US$112 millones, que ha alcanzado a 230 instituciones y 29 países a nivel mundial

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